Entre satélites y traficantes
En un círculo de sillas, un círculo de voces y un círculo de músicas. Voces que levantan los culos de los asientos, versos incómodos, que remueven, que despiertan, voces de las que han de ser escuchadas para comprobar que no todo se hace banderas y patria. Músicas de luz y aire, el sonido koala, haciendo vibrar la parte austral del corazón, la alegría de los abrazos. Todo en un viernes noche de traficantes de sueños para compartir con satélites y otras especies rotundas y encantadoras. Está muy bien situarse frente a, sobre todo, rodeada por. Hablar escuchando. Reconforta notar que todavía hay quien se atreve. Las redes se amplían, y los vínculos. Sin ningún cuidado empiezo a notar esta presión debajo de la lengua. Sentir la vida en plan agradecimiento. Acaba de hacerse primavera y los resultados ya los iremos viendo.
Leyéndote da más gusto todavía que llegue la primavera. "Hablar escuchando. Todavía hay quien se atreve". Sí, pocos, pero los hay. Al menos yo también tengo la suerte "de rodearme a veces de ellos".
Un besoooo
De comienzo en comienzo