Florecida a fuerza de estímulo o quien casi me sabe

Excesos en la mirada
At 1:00 a. m., Misántropo said…
At 6:16 a. m., ybris said…
Dulce condena de la danza eterna.
Que aunque no se llegue a la bondad prometida se encuentra un sosiego luminoso contra un cielo reventando de estrellas.
Y eres un secreto guardado en gavetas del que se descubre -y no es poco- la risa, la renovada piel y el sereno olor a quien ocupa un lugar privilegiado allá en el mismo fondo de nuestro propio cuerpo.
Quizás eso sea ser feliz.
Muchos besos.
At 10:37 a. m., Edu Solano Lumbreras said…
At 12:02 a. m., said…
At 11:42 a. m., libertad said…
At 12:11 p. m., coco said…
Acojonante.
Y peor...