Nuestro último primer encuentro
Fotos de U.S.
Sin saberlo, de forma prodigiosa, llegan los lazos de Cortázar y Durás. Un extremo se acerca desde París, el otro, mientras tanto, viajaba de Madrid a su casa. Sin saberlo. Quizá sabiéndolo sólo desde dentro, desde lo que no puede verse.
Llegan los hilos, se rozan, se acarician, se entregan y se anudan invadiendo este día de luces de colores.
Este tiene que ser el olor a sorpresa.
¡Cuánto lazo anuda las distancias que imponen los viajes!
Afortunadamente.
Sin esos olores a sorpresa acabaríamos perdiéndonos.
Besos.