Os dejo con amor como una magnífica rareza
Se veía venir, no? Seguramente vosotros lo estábais viendo, igual yo también lo veía, de lejos. La mujer estaba mirándose en el espejo de frente, veía crecer en su cabeza las ligerísimas patas de la araña y no le daba importancia. La mujer tenía a su lado sus otras caras, miraba de reojo. Sabía sin saber que era esto lo que le esperaba, que a más tardar en esta vida se llevaría a cabo la metamorfosis. Ahora está naciendo. Ahora tiene las patas de la araña por todo el cuerpo, por todo el corazón.
Se veía venir, hay que cerrar este capítulo, lo infraleve ha hecho su labor, poquito a poco, bajo las plantas de sus pies. Ahora tiene el impulso suficiente y salta. Esta mujer salta. Ya ha saltado.
Se veía venir, hay que cerrar este capítulo, lo infraleve ha hecho su labor, poquito a poco, bajo las plantas de sus pies. Ahora tiene el impulso suficiente y salta. Esta mujer salta. Ya ha saltado.