27 marzo 2007
Los cuerpos se exhiben de la forma adecuada para que afloren las almas. Es el cuerpo el que lanza llamas, el que duerme, suda, se excita, duele, llora, grita, goza, baila. Son las pieles las que desprenden olores y sabores, buscando trascender. Cristina García Rodero busca la vida y la encuentra al otro lado del centro por el que mira sin entender muy bien por qué busca lo que busca, preguntándose por todo, pidiendo explicaciones a los brazos, las piernas, los sexos y los dientes.
Haciendo etnografía con la fotografía sabe muy bien a quien agradecer sus producciones: a los que rezan, follan, se hieren, mean, se besan, matan o mueren delante de su cámara, o sea, en la vida.
Cualquier cosa puede ser tan extraña como natural, tan ajena como propia.
12 Comments:
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At 3:59 p. m., Señor Nadie said…
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At 6:51 p. m., libertad said…
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At 1:57 a. m., Misántropo said…
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At 8:14 a. m., ybris said…
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At 10:30 p. m., Lokita said…
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At 11:28 p. m., coco said…
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At 11:54 p. m., Southmac said…
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At 2:16 p. m., Adúlter said…
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At 9:40 a. m., Lucas elkoalapuesto said…
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At 1:39 p. m., Mónica Sabbatiello said…
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At 1:40 p. m., Mondo Gitane said…
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At 8:13 p. m., Silvio Gnisci Morgach said…
Ayer me paré en la acera de una anónima ciudad.
Observé a mi alrededor.
Todo era horrible.
Cielo gris.
Ruido.
Gente corriendo, con serias caras, hacia ningún lugar..
Cerré los ojos. Llené mis pulmones con algo parecido al aire. Y los abrí mirando por una serie de lentes cóncavas y convexas.
Vi todo más bello. Mucho más bello..
Chas! Chas! ya lo he memorizado..