01 diciembre 2006
Surge un árbol con todas sus ramas del centro justo de mi pecho. Me ayuda a desabrigarme de papeles gastados que alborotan. Me dispone para hacerme invencible con el apremio de tu voz pegándome tirones, pellizcos en las cuerdas. Me escuchas gritar de pura insensatez pero sabes que esto no me da ningún miedo. Se te ve que lo sabes.
9 Comments:
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At 3:58 a. m., Edu Solano Lumbreras said…
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At 7:36 a. m., ybris said…
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At 1:23 p. m., mOe:) said…
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At 6:46 p. m., said…
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At 3:59 p. m., libertad said…
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At 8:01 p. m., Pow said…
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At 2:14 p. m., Angus Scrimm said…
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At 12:36 a. m., coco said…
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At 9:20 a. m., Dulcinea said…
SALUDOS
HOLA, irrealidad,
la tormenta de arena en mi cabeza
y sus relojes sucesivos.
Los problemas del día desde lejos
como breves puñados de guisantes.
La rama que no cruje si la piso,
el sorbo que no quema en el café hirviendo.
Hola, paréntesis,
hola, tacto que no llega,
hola, franja de aire, o de luz,
o relleno de horas,
esto queda pendiente entre nosotros.
-Luis Muñoz, Querido Silencio