Lo infraleve

Excesos en la mirada

17 octubre 2006

Porque la luna me crece en la boca

La papelera se vacía cada 1 días. Sigo con un levísimo dolor de cabeza, como un recuerdo. A veces sueño: ha nacido un dolor. Compongo poemas dormida y me arrepiento de no escribirlos porque se desvanecen cuando la luz rala me hace de día.
Por la tarde empezaba a llover y me fui a comprar al súper. Un chico que iba a mi instituto me adelantó en la caja. Yo esperaba con mi cesta de ciruelas, pan de molde, champú y queso rallado. Llovía. El chico me miró de refilón sin conocerme. Ahora ya no es un chico. Parece que acababa de volver del trabajo con su traje marengo y su pelo rizado y un poco más tristón. Bailé con él en una fiesta y luego se casó con una chica que se llama Milagros. Seguramente ahora vivimos en el mismo barrio, en este barrio recién estrenado en el que llueve por primera vez. Han plantado un madroño en la mismísima puerta de mi casa. Hoy no habrá que regarlo.
Ayer me dieron una sorpresa y la alegría de que se alegren mis amigos. Parece que el próximo año también derramaremos la tinta que está ya derramada. Además me dieron una lista de objetos de viaje: móvil tribanda, la electricidad (cuando la hay) a 110 y de clavija plana (me servirá el adaptador que compré en Nueva York), nada de joyas ostentosas ni de limosnas a los niños, linterna y repelente de insectos, protección solar máxima y ropa de verano. Se pueden adquirir objetos de coral rojo y negro, además de carey y de piel de lagarto a muy buen precio. En Estelí podremos comprar puros. Nada de esto tiene la menor importancia. Ni tampoco la gente con la que voy a compartir pasaje, compatibilidad de color cero. No nos apuremos. Centrémonos en los registros del cuaderno, en los apuntes de la cámara, en las señales de los ojos, en los encuentros que se fraguaron inopinadamente en alexlootz y que no pienso desaprovechar. Centrémonos en respirar los pulsos sin nada de equipaje.
Quizá vuelva a encontrarme con mi ex compañero de instituto y a comprar madalenas el súper pero a pesar de eso la papelera se sigue vaciando cada 1 días y a mí me quedan nueve para salir volando.

7 Comments:

  • At 2:09 p. m., Blogger Hans said…

    Ay Nicaragua, Nicaragüita, la flor más linda de mí querer...
    ;-D
    Buen viaje, niña.

     
  • At 2:12 p. m., Blogger coco said…

    Jandapayallévamequesemueramimama...

     
  • At 8:09 a. m., Blogger ybris said…

    Envidia cochina la mía. Tú saltando el charco y yo con la cabeza espesa por miasmas catarrales del otoño.
    Me quedaré con el madroño, que yo tengo también por aquí uno cerca
    y ya casi no reconozco a mis compañeros de instituto.

    Besos.

     
  • At 12:14 p. m., Blogger Alice ya no vive aquí said…

    Quien tuviera entre manos una cuenta atrás como esa, para que no importase nada, para que los días tuvieran un deseo.

    Algunos necesitamos encontrar motivaciones para que el hecho de que la papelera se vacíe con suerte cada 7 días no suponga un abismo de monotonía.

    Quizá necesite unas vacaciones, o un cambio de rumbo.

     
  • At 6:13 p. m., Blogger libertad said…

    Buen viaje! qué raros son los días de antes de los viajes, verdad??. Uno piensa así, justo como lo has descrito tú: con frases cortas y sentenciadoras.
    Un beso fuerte

     
  • At 12:16 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Buen viaje. Y apunta los poemas que sueñes esos días.

    Besos voladores.

     
  • At 10:20 a. m., Blogger Exagerada said…

    A ver qué me encuentro por ahí, Hans, quizás a los de palacagüina...
    Coco, te llevo pero no me abandones por la primera nica que te encuentres, que te conozco.
    Ybris, me cuidas el madroño mientras? Uy, qué raro suena esto!
    Alice, tienes por ahí esperando las emociones, seguro que sí, abre bien los ojos.
    Libertad, raros, inquietos y revolucionados.
    Elli, a ver si no me da mucha pereza sacar los ojos de la noche.

    Besos para todos.

     

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