Los dedos estrujan en medio de un negro panorama
Foto: Entrelazados, de Daniel Rodríguez, que me encanta.
Retuerzo mis manos en un grito. Es una forma de acercarme, una caricia hostil como mi aliento, un modo de pedirte la guerra que me haga sentir viva.
Me balanceo en los tablones indecisos, coloco entre los dientes dos clavos oxidados un poco antes de ofrecerte la lengua exigiéndote un beso.
Estos días araño alrededor como si me albergase un espacio grumoso del que fuera preciso desasirme.
Al final acabamos los dos ensangrentados.
No te consigo amar ni que me ames con estas embestidas recurrentes.
Yo que tú
me mandaba a la mierda.
Vete a la mierda.
=)
(O dame la mano, y trae que tire, verás como te desgajo de tu entorno grumoso; eso sí, no te garantizo que no te descoyunte en el camino, y que luego tengamos que pegar los huesos con saliva)